El contexto social, la educación y un modelo a desarrollar

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Son muchos y variados nuestros problemas como sociedad, los inconvenientes que atraviesa la educación con todas sus aristas, las dificultades vinculadas al acceso al trabajo, a la salud, al deporte y hasta a lo más sencillo que sería el acceso a una vida más plena no solo para nuestros jubilados, también para los adultos y los niños y niñas que habitan nuestro país es una deuda pendiente, ¿Pagaremos esa deuda con nosotros mismos? ¿La vamos a honrar?; Primero deberíamos reconocerla como tal mirándonos a los ojos y escuchándonos atentamente, todos y todas tenemos algo para decirnos, para reclamarnos, no en los debates grandilocuentes con “iluminados casuales” que nos orienten y guíen que debemos o no debemos reclamarnos, debemos entender que es en lo cotidiano, en lo diario con nuestros padres, con nuestros hijos, nuestros amigos, vecinos, compañeros de trabajo, nuestros empleados, nuestros empleadores, cara a cara que es la mejor manera de resolver los problemas, siendo claros y sinceros que es la mejor manera de conocernos y de reconocernos. 

Es una gran desafío que podemos enfrentar quienes tenemos alguna responsabilidad en aportar alternativas y soluciones para los inconvenientes descriptos, el compromiso mutuo es algo a lo que debemos aspirar a lograr, no compromisos circunstanciales sino esos que están cargados de pequeños gestos que acumulados nos van a permitir hacer una sociedad más justa que es simplemente lograr que nos desarrollemos como pueblo, como comunidad comprometida y que sintamos que estamos mejor preparados para resolver los problemas que hoy nos paralizan en el camino hacia ese destino común y duradero de grandeza y felicidad.

Todos sabemos que el poder reside en el pueblo, pero en nuestro país eso solo sucede el día de las elecciones; luego de ese día el pueblo delega en sus elegidos la responsabilidad de robustecer la democracia que es tarea de todos y todas, pero eso se hace sobre la base de las cercanías, solo con esa concepción empezaremos el camino que nos llevara a resolver nuestros problemas, entre ellos el educativo del cual quiero expresar mi humilde manera de pensarla.

Se sabe que el educador juega un papel muy importante y primordial en la vida de los niños y adolescentes, ya que es la persona encargada de impartir formación y educación a un número considerable de niños, en un período continuo, durante un lapso de tiempo bastante amplio. El docente no solamente debe preocuparse por enseñar las clases que correspondan a cierto y determinados objetivos teóricos o prácticos que fijan y brindan conocimiento, sino que también debe trabajar, por consolidar valores éticos, morales, de autoestima, de disciplina, de logros, de capacitación, y todas aquellas herramientas que fortalezcan en los estudiantes las convicciones, solo de esa manera podrán los y las estudiantes mantenerse protegidos de cualquier peligro social.

Por otra parte solo dando respuestas a las variadas necesidades de nuestros docentes estaremos poniendo el eje en nuestros niños, adolescentes y jóvenes, esto significa jerarquizar los salarios docentes, que es consolidar sus tareas diarias frente a sus estudiantes y las familias, para ello también hay que brindarles las herramientas para mejorar la calidad y calidez de la enseñanza, implementar parejas pedagógicas en las aulas de las escuelas, la creación de gabinetes escolares para las escuelas públicas, que atiendan los conflictos y las variadas problemáticas que hoy están presentes en la vida cotidiana de los estudiantes, la incorporación de maestras de enseñanza especial, fundar nuevos establecimientos escolares atendiendo al crecimiento de la población, y facilitar el acceso a la educación próxima a la vivienda, prescindiendo del uso de transporte público a distancia.

Necesitamos tener una visión que esté fundada sobre la base de la defensa e implementación de la justicia social,  nuestra sociedad tiene una base profundamente democrática y queda plasmada cuando entendemos a la democracia como gestos cotidianos de proximidad y cercanía, mirando y atendiendo las necesidades del pueblo, que es la única manera de conocer y reconocer los problemas de la población, debemos procurar que todos y todas tengan las oportunidades de plena realización que nos hará a los argentinos una sociedad justa y desarrollada en su máxima plenitud humana y solidaria, hay sobradas muestras de esto en nuestra historia como pueblo, simplemente no debemos traicionarnos, debemos honrar la deuda con nosotros mismos antes que ninguna otra deuda, sobre todo si las que nos reclaman desde afuera son infames.


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