
17 de octubre de 1945 de noche, a las 23:10, de un balcón de la Casa de Gobierno, Perón se dirigió a la enorme multitud con palabras que quedaron grabadas en la memoria popular y las cuales escuchó Darwin Passaponti.
De madrugada, miles de trabajadores que habían llegado de la periferia industrial de Buenos Aires desconcentraron lentamente la Plaza de Mayo, que mantuvieron ocupada durante toda la larga jornada, hasta ver liberado a Perón.
Nadie imaginaba el trágico hecho que ocurriría, el joven Darwin fue asesinado cuando pasaba por la puerta del diario Crítica, ubicado en Avenida de mayo 1333. El diario, que había sido fundado por el uruguayo Natalio Botana, había mantenido una fuerte oposición a Perón y lo había acusado de “mito fascista”. Además, había publicado una foto de cinco personas cruzando la avenida 9 de Julio con el título “Estas son las huestes del coronel Perón”.
Tras la multitudinaria manifestación, Perón no sólo logró ser liberado del encierro en Isla Martín García, sino que, cuatro meses más tarde, ganó las elecciones que lo llevaron a ocupar la presidencia del país por más de nueve años. La firmeza del pueblo que se quedó en la Plaza hasta ver a Perón en el balcón de la Casa Rosada marcó un día para celebrar la lealtad. Para celebrar un proyecto político que puso al bienestar del pueblo como prioridad.
En 1967, Perón recordó a Darwin Passaponti como el «primer peronista» en una carta enviada a sus padres desde el exilio.
“Querido compañero:
He recibido y le agradezco el envío de su libro La Chacra del Mangrullo, como las generosas palabras de su dedicatoria. No sabe usted el placer que he tenido al leerlo porque yo he nacido en la estancia de mi padre en Lobos y he crecido después en otra estancia en la Patagonia, de manera que todo cuanto usted menciona me es casi familiar. Muchas gracias por el buen rato que me ha proporcionado con tantos recuerdos. Su amabilidad me ha traído el recuerdo de su hijo Darwin Passaponti, nuestro primer peronista, muerto el 17 de octubre de 1945 frente a Crítica y desde aquí me uní al homenaje que el Peronismo en su tumba rindió con motivo del aniversario de su fallecimiento y que en esta ocasión rememoro con emoción. Le ruego acepte, con mi saludo más afectuoso, mi agradecimiento por todo. Un gran abrazo”
Juan Domingo Perón.
En un primer momento, los restos de Darwin descansaron en el Cementerio de la Chacarita y, posteriormente, fueron trasladados al Cementerio Municipal de Moreno, donde descansan junto a sus padres. Después de 80 años de aquel 17 de octubre, aún permanece el recuerdo del joven que dio su vida al pedir por la libertad del joven coronel y que se convirtió en el primer mártir peronista.


